- ¿Sí?- dije.
- Hola, soy Alex.
No me salían las palabras, se me había formado un nudo en la garganta, pues me habló gritando.
- ¡Carlota! Que sé que me escuchas, que no ocultes nada, lo sé todo.
Colgué, no podía contestar... Pero vuelvo a recibir esa llamada del mismo número... ¿Qué hago? No le cogí, no iba a consentir que nadie me gritara de esa forma.
Me conecté, estaba Jaime y se lo conté, me dijo que era raro que Alex hubiese sido tan borde conmigo porque cuando él se lo dijo hizo una pequeña mueca de alegría, no sé algo extraño según lo que me había comentado Jaime. Me contó... que hacía más o menos un mes, estuvo con una chica llamada Helena, que va a cuarto de la E.S.O. , y le engañó. Alex a Helena la pilló liándose con otro en una fiesta de estudiantes. Le dolió, demasiado, pues él creía estar locamente enamorado de la chica. Por lo que me había contado Jaime, Helen, así la llamaban, le trataba a Alex como si fuese una mierda.. Aunque sí era así, Alex estaba tan ciego de amor que no asumía la realidad. Jaime se lo aclaraba constantemente, pero él siempre decía que eran tonterías, que Helen le trataba como a un rey, justamente siendo lo contrario, Alex a ella la tenía subida en un altar. Jaime, siendo consciente de lo que ocurría, hizo todo lo posible, pues ya le había puesto los cuernos más de una vez, para que lo dejasen. Con lo cual, en cuanto el mejor amigo de Alex, vio a su novia liándose con ese chico, Bruno, fue corriendo a llamar a Alex. Este al estar algo ido esa noche, borracho, no asuntaba y corrió para ver qué pasaba. A continuación al ver la escena, notó cómo sus lágrimas caían hacia abajo, recorriendo sus mejillas. Bruno, el chico con el que se lió era un amigo suyo, Alex le consideraba de los buenos... A partir de ese mismo momento, él se prometió a sí mismo, aunque mucho le doliera, que nunca le volverían a engañar, ni sufriría por amor. Por ese mismo motivo va de flor en flor, como se suele decir. Y al decirle que le gusto empezó a preocuparse por si él se llegase a enamorar de verdad y yo hacerle pasarlo mal. Y siendo borde conmigo, se esconde bajo una coraza y se embarradura de aceite, para que todo le resbale... Y Jaime me ha dicho que es lo que intenta creer... pero que nunca lo consigue, y que conmigo menos.
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